Está en un lugar apartado, no tiene
ningún cartel. No forma parte de los grandes monumentos de la ciudad. Se la
conoce por tres nombres, según sea el crítico o libro académico que la
mencione. Puede ser La Esclavitud o El Esclavo o simplemente Esclavo. Fue hecha en 1881. Se pensó y
diseño en Florencia y se fundió en Buenos Aires. Es una obra en bronce de
Francisco Cafferata, un escultor fundacional. Junto a Lucio Correa Morales
forman el dúo que da origen a la escultura argentina moderna. Está obra está
hoy en el Parque Tres de Febrero de Buenos Aires o, si lo prefiere, en los
bosques de Palermo junto al Jardín Japonés.
La escultura tiene la dimensión humana, es a tamaño real. Su autor la bautizó como “La Esclavitud”, pero se hizo popular como “El Esclavo”. Veinte años tenía Francisco Cafferata cuando creó en Florencia esta obra en bronce, pero que se hizo en la Fundición de A. Jonis, ubicada en la calle Malabia 434 de la ciudad de Buenos Aires. Estos datos están grabados en la base de la obra. El año de su creación es 1881. Al año siguiente, la exhibe en la Exposición Continental que se realiza en Buenos Aires. La obra logra la medalla de oro del evento y el escultor la consideración de la crítica. En 1905 el gobierno porteño la adquiere para su patrimonio cultural.
Hoy está ubicada en un lugar apartado o poco destacado de
los bosques de Palermo. Para ser preciso, está detrás de una desvencijada casa
vacía, al lado de una monumental palmera y próximo a uno de los tantos lagos
artificiales del parque. Pero en los registros municipales dice que está en la
Plaza Sicilia del Parque Tres de Febrero, en la avenida Adolfo Berro, entre
Casares y Sarmiento. Pero para ubicarse mejor, entonces hay que decir que está
al lado del Jardín Japonés y frente al Club de Amigos. No tiene iluminación
especial. Y por la pátina negruzca de su bronce lo más frecuente es que al
atardecer ya no la vea y pase de largo.
No abundan muchos trabajos críticos sobre este “Esclavo”, como también se la cita en
algunos libros, tal el caso de la “Historia
General del Arte en la Argentina”, en cuyo apartado de escultura apenas se
la menciona indirectamente por referencia a su autor. Y de lo poco disponible,
creo interesante destacar estos dos comentarios.
Eduardo Parise la define con precisión: “La figura (un hombre de raza negra, desnudo) muestra sus muñecas
encadenadas y aparece caída, en una actitud de total resignación. El equilibrio
del trabajo, realizado en bronce, está rematado por la cabeza, de una gran
belleza, y que merece apreciarse desde todos los ángulos. El artista consideró
que aquella doliente imagen del esclavo no debía estar de pie sino abatida y
llena de impotencia, reflejando su situación de persona vencida”. http://www.clarin.com/ciudades/Memoria-esclavitud-portena_0_733726684.html
El antropólogo y sociólogo Alejandro Frigerio la define en
su blog así:
“(…) la escultura representa
a un esclavo de raza negra, desnudo y encadenado, sentado sobre su cadera con
las piernas reclinadas y apoyado sobre su mano derecha. El rostro trasunta el
cansancio de un aparente y transitorio reposo. Si bien Cafferata se apega a las
normas académicas, la obra denota
interés por la representación naturalista, particularmente en la posición
escogida y en el sugestivo tratamiento del rostro del personaje. (…)”.
Sobre Francisco
Cafferata
Las biografías dicen que era hijo de inmigrantes italianos,
que nació en Buenos Aires el 28 de febrero de 1861, en la esquina de Pedro de
Mendoza y Martín Rodríguez, en el barrio porteño de La Boca. También dicen que
estudio pintura con Julio Laguens y pocos recuerdan que estudio algo de
escultura con Francisco Parodi, un genovés, buen artesano de proas de barcos y
que es el pregonero de la escultura y el fomento de las artes en la ribera del
Riachuelo.
En 1877 se va a estudiar a Europa. El respaldo de la fortuna
familiar le permite programar ocho años de residencia. Se forma en los talleres
de Urbano Lucchesi y luego en el de Augusto Passaglia. Cafferata adquiere una sólida formación
academicista que luego va a modificar hacia el naturalismo. La crítica Nelly
Perazzo dice en "Historia Crítica
del Arte Argentino” (1995): “Este
artista, dentro del verismo escultórico finisecular, pero con un modelado
potente y una dramática expresividad, se coloca fuera de los límites de la
escultura académica”.
En 1883, el pintor, crítico e historiador Eduardo Schiaffino
destaca ampliamente su obra en Apuntes
sobre el arte en Buenos Aires. Para ese momento, Cafferata todavía vivía en Florencia donde
había realizado innumerables trabajos: retratos, bustos de próceres, cabezas de
mulatos, figuras históricas y alegorías, todas ellas ejecutadas dentro del
aprendido estilo academicista, aunque en algunos casos con cierto vigor
naturalista como en esta obra. El comentario y espaldarazo crítico de
Schiaffino llega un año después que su obra La
Esclavitud o El Esclavo o Esclavo, hubiera recibido el máximo
premio en la Exposición Continental de Buenos Aires. Dos años más tarde, en
1885, regresó a Buenos Aires y trajo consigo el monumento al Almirante
Guillermo Brown que se convertiría en la primera escultura pública realizada
por un autor argentino. El 2 de febrero de 1886 se inaugura la obra en la
localidad de Adrogué. Como anécdota del hecho, queda que al autor se le pagó
con unas hectáreas de tierra, tal como era la costumbre en esos tiempos.
Cafferata le pone fin a su vida el 28 de noviembre de 1890.
Se suicida dejando inconclusa la obra Falucho,
que luego terminará Lucio Correa Morales, su compañero de estudios en Florencia
en los talleres de Lucchesi y Passaglia. Dejó una obra de gran interés a pesar
de su corta existencia, apenas 29 años. Se destacan sus monumentos a Belgrano y
la tumba de Colombres en Tucumán, los bustos de Sarmiento, Mitre, Espronceda y
José Bouchet, el monumento a Brown mencionado y los de Rivadavia, Moreno y
Lavalle en Buenos Aires.
Pero
Cafferata tiene una obra que supera los límites de la glorificación de próceres
y que se muestran en La niñez de Giotto
y Cabeza de Esclavo (ambos en el
Museo Nacional de Bellas Artes), en Cabeza
de Mulato (Museo Castagnino de Rosario) y figura funerarias
como Meditación y El dolor. Otras obras se pueden ver en
el Museo Histórico Nacional, de Bellas Artes de La Boca “Benito Quinquela
Martín” y Provincial de Bellas Artes de Mendoza. Gran parte de la obra más
importante y expresiva de Cafferata tiene como tema central la esclavitud, la
negritud y el mestizaje.
Cafferata y Lucio Correa Morales son los fundadores de la
escultura en Argentina. Nelly Perazzo, en el libro citado dice: “Con Francisco Cafferata y Lucio Correa
Morales comienza la escultura argentina moderna. Luego el recorrido es
vertiginoso”.
En “Historia General
del Are en la Argentina”, Tomo VI, edición de la Academia Nacional de
Bellas Artes, se destaca: “Antes de
asumir la cátedra de la Sociedad de Estímulo de Bellas Ares de Buenos Aires
Lucio Correa Morales, había sido imposible el adiestramiento de un escultor en
Argentina. Los contados extranjeros que actuaron en el país no tuvieron
discípulos. (…)Los primeros escultores argentinos que actuaron en la segunda
mitad del siglo XIX fueron Lucio Correa Morales y Francisco Cafferata, formados
en Florencia. Antes de realizar ellos monumentos conmemorativos o funerarios,
tales obras se confiaban invariablemente a escultores extranjeros, pocos de los
cuales estaban radicados en Argentina”.
Una secuencia fotográfica propia de la obra se puede ver en
este enlace:
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