jueves, 21 de diciembre de 2017

PLAZA CONSTITUCIÓN: UNA MAREA EN MOVIMIENTO



La Plaza de la Constitución es uno de los principales centros de transferencia de transporte de la Ciudad de Buenos Aires. Una terminal ferroviaria, la Línea C de Subterraneos, más de 40 líneas de autobuses urbanos y más de una decena de pequeñas combis de transporte privado, son  los encargados de aportar el millón largo de personas que circulan por el lugar entre las 6 de la mañana y los 18 hs. En  las horas pico, solo el ferrocarril urbano deja 5.000 personas cada 10 minutos en esa plaza. Luego de un largo período de abandono administrativo y desidia en soluciones de infraestructura, parece ahora tomar otra vez el ritmo de crecimiento comercial que supo tener en otros tiempos. 



Es el típico lugar en donde nadie quiere estar pero está obligado a pasar y hacer una breve estadía. En un tiempo fue un hermoso paseo, con cuevas y castillos de misterio para entretener a los vecinos y visitantes de la ciudad,  que llegaban desde el sur en el Ferrocarril del Sud, luego General Roca. Pero eso fue hasta 1970. Luego, el destino de la plaza fue la de terminal de transporte, con todos los inconvenientes que eso significa. Un “No Lugar”,  como definió Marc Augé a esos sitios en los que se está sin estar, se está de paso, se está siempre yendo a otro lado. Es la definición que dio el antropólogo francés a las terminales de transporte  en los centros urbanos. La Plaza Constitución es uno de esos ejemplos perfectos de su teoría.
Más de un millón de personas circulan por su espacio de más de 8 hectáreas, dividido en dos áreas por la Avenida Garay que la cruza por el centro. La plaza está ubicada en la Comuna 1 de la Ciudad de Buenos Aires, en un sector delimitado por las calles Lima (oeste),  la Autopista Arturo Frondizi o Lima Este (este), la Av. Brasil (sur) y la calle Constitución (norte). La densidad, que se intensifica en las primeras horas del día y hacia el atardecer, es la consecuencia de que confluyen la terminal ferroviaria del sur, la línea C de transporte subterraneo, dos ramales del MetroBus, 42 líneas de autobuses urbanos y un número no determinado de transportes privados de pasajeros. En las 10 horas de mayor intensidad, el ferrocarril deja en la plaza a 5.000 personas cada 10 minutos. Esto nos da una magnitud y porqué está crónica se titula “Una Marea en Movimiento”.
En estos días de diciembre de 2017, la plaza muestra un aspecto renovado,  luego de años de abandono. Se construyó una terminal vidriada en el sector justo frente a la estación ferroviaria, que permite a los viajeros combinar – sin salir a la superficie – los servicios de tren y subterraneo; al tiempo que les permite a estos últimos, combinar con las líneas de autobuses sin pasar por la terminal ferroviaria. Es un centro de transbordo de 2.000 metros cuadrados, construidos en una estructura de hierro, vidrio y aluminio, con una altura de 6 metros y una profundidad de 4,60 metros. La obra no es un alarde de ingeniería, pero es efectiva en la solución y se tardó unos 5 años en construirla. Un plazo desmedido para sus características. En el resto de la plaza se han mejorado notablemente las veredas de circulación, los andenes para los autobuses y parte de su arbolado. Aunque no se sabe muy bien por qué, el sector norte (sobre la calle Constitución) sigue ocupado en su integridad por una obra, sobre la que se desconoce su funcionalidad.
En otro tiempo supo tener un generoso arbolado, además de áreas recreativas. Es que el arquitecto municipal Juan Antonio Buschiazzo, siguiendo la línea paisajística de Carlos Thays, pobló el lugar con lapachos, jacarandá, plátanos y algunos ombúes. Además de colocar un emulación de castillo,  rodeado de un pequeño bosque de arbustos, que permitía a los visitantes, hacer una breve recorrido exótico y de entretenimiento. Pero hoy solo quedan los plátanos perimetrales y unos pocos jacarandá, que en las primaveras y veranos les dan un color violáceo al predio. La envergadura de los árboles y el perímetro de sus troncos evidencian con claridad la antigüedad de su implante, alrededor de 1885.
Ese año, el Intendente Municipal Torcuato de Alvear (el modernizador de la ciudad, tal como la conocemos hoy) ordenó a los equipos técnicos dirigidos por Buschiazzo, darle entidad a un espacio que históricamente había sido un descampado. De esa época solo queda hoy la traza que se le dio a la plaza y los monumentos: uno  en homenaje a Juan José Castelli, inaugurada el 20 de mayo de 1910 y ubicado en el centro; otro dedicado a José Antonio Páez,  situado sobre la calle Constitución, frente a la Iglesia del Inmaculado Corazón de María; y otro a Juan Bautista Alberdi, inaugurada el 29 de agosto de 1964. Este último acaba de cambiar de lugar por la construcción de centro de transbordo. Ahora está situado en la esquina de Av. Garay y Lima.

Algunos datos históricos

En la época virreinal era un lugar inexistente, un descampado que – además – no tenía ninguna referencia geográfica. El lugar era un llano en donde la mirada se perdía en el horizonte si se observaba hacia el oeste. Pero desde la independencia (período 1810/1820) comenzó a ser una zona donde se instalaban las carretas, que traían productos de los campos del sur, de la entonces pequeña ciudad de Buenos Aires. La zona urbana y comercial importante eran los Altos de San Pedro, actual barrio de San Telmo, a pocos metros un lugar del otro.
A mediados del siglo XIX se le dio un nombre a esa concentración espontánea, que no solo albergaba carretas, sino que también era el sitio en que hacían noche los reseros y aparceros que conducían ganado. Se le dio el nombre de Mercado del Sur del Alto,  por estar ubicado en esa dirección en relación a los altos mencionados. Y como en 1852, Argentina se dio su primera constitución política, entonces las autoridades no encontraron mejor nombre para el lugar. Desde 1854 ya figura en el catastro municipal como Mercado Constitución.
A continuación – a manera de síntesis – hago un listado de algunas fechas significativas en la historia de esta plaza. Un lugar al que todos mencionan como Plaza Constitución pero que oficialmente se denomina Plaza de la Constitución. Hay crónicas periodísticas en estos últimos años, en la que se le menciona como Plaza Garay, ya que la Av. Garay la cruza justo por la mitad. Pero la verdadera Plaza Garay está 700 metros al oeste de este sitio. Concretamente en la manzana circundada por las calles Pavón, Solís, Pres. Luis Saenz Peña y Av. Juan de Garay, y que durante la colonia se llamaba Hueco de los Sauces.
** 1865   Se inaugura la estación Constitución del Ferrocarril del Sud, luego Ferrocarril General Roca y ahora “Línea Roca” de Trenes Argentinos. Este fue un edificio de una sola planta, de arquitectura modesta, que también tenía una línea tranviaria en dirección al centro de la ciudad, para trasladar a los viajeros. Recordemos que en esos años no había calles hasta los Altos de San Pedro.
** 1885   El Intendente Municipal Torcuato de Alvear resuelve erradicar el mercado y darle forma definitiva a la traza de la plaza que hoy conocemos. Simultáneamente,  comienza la construcción de un nuevo edificio para  la terminal ferroviaria. Esta vez con un diseño de envergadura, tomando las formas de un palacete francés.
** 1907 – La empresa ferroviaria resuelve ampliar el edificio por el creciente aumento de viajeros.
** 1909 – Se inaugura el Teatro Variedades en la esquina de Av. Garay y Lima. Una obra del arquitecto Carlos Nordmann. En su tiempo constituyó un importante foco de actividad cultural. Fue demolido en 1961.
** 1914 – Comenzó la construcción de la Iglesia del Inmaculado Corazón de María. Un templo neogótico, con dos cúpulas en forma de agujas, rematadas en cruces, que puede verse desde larga distancia. Aún hoy, que la ciudad ha crecido pero que la amplitud de la Av. 9 de Julio,  hacia el norte, como la sección sur en forma de Autopista, no ofrecen ningún obstáculo para identificarlas.  
** 1933 – La Compañía Hispano Argentina de Obras Públicas y Finanzas empezó la construcción de la actual Línea C de Subterraneos, para conectar las terminales ferroviarias de Constitución y Retiro, donde finalizan las líneas que van hacia el norte y oeste de Argentina. Ese mismo año también comenzó la construcción de un  nuevo edifico de la terminal ferroviaria, con entrada principal por la Avenida Hornos. Se mantuvo la fachada de la Av Brasil pero en su interior se modificó completamente.
** 1975 – La Av. 9 de Julio, que cruza de norte a sur el centro porteño, fue extendida hacia el bajo por un lado y hacia la Av. Caseros en el sur, por el otro. Esto significó la demolición de la casa del presidente Hipólito Yrigoyen, situada en la Av. Brasil entre Bernardo de Irigoyen y Lima. Esta ampliación dio lugar – años más tarde – a la construcción de la Autopista Arturo Frondizi, un viaducto que cruza el Riachuelo en dirección a Avellaneda.
La dinámica demográfica constante y el aumento permanente de la actividad comercial e industrial, indican que la plaza seguirá mutando en sus formas. Algunos emprendimientos inmobiliarios parecen indicar que la zona puede recuperarse y progresar. El barrio de Constitución (la zona alrededor de la plaza) fue duramente golpeado en las sucesivas crisis económicas, particularmente en la del 2001. Actualmente alberga una población  combinada de clase media y otra de limitados ingresos. En algún momento fue un centro importante del ejercicio de la prostitución y supo tener, en el corazón la plaza, centros de acopio de material reciclable que recogían en las calles los indigentes. Esa etapa crítica fue superada y hoy no se verifica ese caso. Pero no termina de tomar ritmo para tener el esplendor que supo tener hacia 1940 y 1950, cuyas calles laterales eran una importante zona comercial de la ciudad.


Foto:  ©sarmiento-cms


Con información de  Wikipedia.




martes, 5 de diciembre de 2017

ANTES CAMPO DE MARTE, AHORA PLAZA SAN MARTIN




Fue un espacio amplio, vacío y olvidado durante gran parte de su existencia. Primero formó parte del arrabal de la ciudad originaria y virreinal. Luego fue destinado a diversos usos militares. Hasta que bien entrado el siglo XX, se convirtió en un lugar destacado de la ciudad. Se colocó el monumento al libertador de Argentina, José de San Martín, y se lo acompañó de un conjunto escultórico de primer orden. Hay, la plaza San Martín es uno de los puntos clave de la ciudad de Buenos Aires. Alberga el cenotafio por los muertos en la Guerra de Malvinas en su barranca del lado este. En conjunto tiene unos de los mejores arbolados de la ciudad, por su variedad y antigüedad.




La plaza se encuentra en el barrio de Retiro, próximo a las terminales ferroviarias de los ramales hacia el centro, norte y oeste del país. Está delimitada por las calles Esmeralda, Arenales, Maipú, Florida, San Martín y las avenidas Santa Fe y del Libertador. Ocupa un lugar central en una zona destacada de la vida elegante y comercial de la ciudad. También está en el centro del área política y financiera. En el lado oeste termina su recorrido la calle Florida, principal calle comercial del centro porteño. En el trapecio formado por las calles San Martín, Florida, Maipú, Torcuato de Albear y la Avenida Santa Fe se encuentran las tiendas más elegantes de la zona y el Hotel Plaza, uno de los más antiguos y elegantes.

En los alrededores de la plaza se construyeron algunos de los edificios más característicos de Buenos Aires. Al oeste está al Palacio Paz, en el 1750 de la Avenida Santa Fe. Construido entre 1902 y 1914, con 140 habitaciones y 1.200 metros cuadrados cubiertos, fue la residencia de la familia del empresario José C Paz, fundador también del diario La Prensa. Desde 1938 es ocupado por el Círculo Militar y en uno de sus extremos está ubicado el Museo de Historia Militar.

En el lado sur, en el 1065 de la calle Florida,  frente mismo a la plaza, se levanta el edifico Kavanagh que, al momento de su inauguración en enero de 1936, fue el más alto de Argentina y Sudamérica con 32 plantas en 120 metros. Sobre el mismo lado, en Florida 1005, está el edificio del Hotel Plaza (hoy perteneciente a la cadena Marriott). Inaugurado en 1909, fue un emprendimiento del empresario Ernesto Tornsquist para celebrar el centenario de la independencia argentina al año siguiente. Es un edificio clave en la arquitectura de Buenos Aires y en sus salones se desarrolló gran parte de la vida de la alta burguesía del país.

Sobre el lado norte, en la calle Arenales, entre Basavilbaso y Esmeralda, se encuentra la sede la Cancillería argentina. En el Palacio San Martín se reciben y agasajas a los visitantes ilustres y a los representantes diplomáticos acreditados. Se lo conoce como Palacio Anchorena porque fue construido en 1909 por el arquitecto Alejandro Christophersen para Mercedes Castellanos de Anchorena, miembro de una de las familias “patricias” argentinas. En 1936 lo adquirió el gobierno argentino y se convirtió en la principal sede de la diplomacia argentina.



En el lado este, al pie de la barranca que antiguamente llevaba al río, hoy se encuentran las tres centrales ferroviarios de las líneas que recorren el centro, norte y oeste del conurbano de la ciudad y del país. En términos edilicios, la más importante de todas es la que fue Estación Central de la empresa Ferrocarril Central Argentino. En 1909 comenzó su construcción en base a un proyecto de los arquitectos Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follett, y el ingeniero Reginald Reynolds (todos británicos establecidos en el país) y concluyó en agosto de 1915. Es una obra de primer orden con dos naves de 230 metros de largo y 45 metros de luz libre cada una, con 20.000 metros cuadrados de cielorraso, vidriado y en cuya estructura se usaron 8.000 toneladas de acero proveniente de Liverpool. Todos estos lugares forman parte del patrimonio histórico monumental nacional argentino. La plaza San Martín fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1942.

Características


A lo largo de su historia, la plaza ha tenido diversas extensiones y diseños. En algunos momentos fue un  simple baldío, otras plaza de toros, otras asentamiento militar y lugar de entrenamiento y finalmente parque público. Hoy tiene una extensión de 5 hectáreas y las formas, su estructura, fue diseñada por el arquitecto Carlos León Thays. Las principales especies arbóreas son palmeras phoenix, syagrus y canariensis, tilos, sauces, pinos, magnolias grandiflora, roble sedoso, ceibos y araucarias. También hay algunos jacarandás que le dan una coloración violácea en algunos tramos durante las primaveras. Pero paisajísticamente, lo más destacable con los gomeros centenarios, de raíces robustas y enrevesadas, que se encuentran en la parte central, detrás del monumento principal y el conjunto de Palo borracho (Chorisia bombacáceas) del paseo central y pie de la barranca sobre la avenida del Libertador, que le da una coloración amarilla, blanca y rosa durante su floración en los meses de enero a marzo, formando una masa arbórea llamativa desde distintos extremos.

Las principales obras de arte son el Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la Independencia (de Daumas-Eberlein), el Monumento a los caídos en Malvinas  y La duda. Aunque también hay otros trabajos de menor importancia como Hitos de la Argentinidad, que rememora lugares en donde tuvieron eventos militares durante las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807, o los referidos al Regimiento de Granaderos a Caballo, primer grupo militar formado por San Martín el regresar al país y que utilizó ese predio como centro de formación en 1812.



El Monumento al General San Martín y a los Ejércitos de la Independencia está compuesto por una escultura ecuestre de bronce, sobre una base de granito pulido, y cuatro conjuntos escultóricos relacionados con el proceso de la independencia. Son: El Cruce de los Andes, Proclamación de la Independencia del Perú, Batalla de Salta  y Toma de Montevideo. El monumento ecuestre es obra del francés Louis Joseph Daumas y los conjuntos que acompañan son del alemán Gustav Eberlein. La obra de Daumas es de 1862 y la de Eberlein de 1910.  

El Monumento a los Caídos en Malvinas es un cenotafio ubicado al pie de la barranca de la plaza que antiguamente daba al Río de la Plata y que hoy es la Avenida del Libertador. Está formado por 25 placas de mármol negro con los nombres de los 649 combatientes que murieron en la esa guerra desde abril a junio de 1982. Es obra del letrista Eduardo Omar Urich.

La Duda se encuentra en el lado oeste de la plaza, sobre la avenida Santa Fe, en su cruce con la calle Maipú. El motivo es la de un joven creyente que está junto pensativo junto a una Biblia abierta, al tiempo que un anciano a su lado parece interpelarlo. Fue realizada en mármol de Carrara por el escultor francés Louis Henri Cordier, en 1905.

Un poco de historia


Se puede consultar el sitio el Arcón de Buenos Aires , en donde tienen interesante información documental y gráfica de los distintos momentos de la historia de este sitio. En este caso, he preferido reproducir un texto que cita Ricardo M. Llanes en Cuadernos de Buenos Aires nº XLVIII, ANTIGUAS PLAZAS DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, Se trata de un informe del Censo Municipal de Buenos Aires, año 1887, en las hojas 111 y 112. Dice lo siguiente: 

PLAZA GENERAL SANMARTÍN. – Al norte formada por un terreno irregular de 24.630 metros cuadrados. Es una de las plazas más antiguas del municipio.
Se llamó primitivamente El Retiro, aludiendo, según una tradición hoy desautorizada, al retiro o alejamiento de la vida mundana que en ella estableció, en los primeros tiempos de la fundación, un hombre que fundó allí una ermita llamada San Sebastián, de la que no han quedado más restos históricos que la mención que de ella se hace en una mensura del año 1608; y, según otra versión muy respetable, aludiendo a la casa quinta de don Miguel de Riglos, quien la bautizó con aquel nombre. 

Fue durante la colonia plaza de toros, formada por un circo de material, con palcos altos y bajos, que podía contener hasta 10.000 personas y al que concurrían, en las funciones de gala, las autoridades y familias aristocráticas de la colonia.  

En 1807, durante la invasión inglesa, estaba situado en el Retiro un parque que pertenecía al enemigo, y con la toma de él por las tropas patricias se inició la reconquista. Por eso se le puso Campo de la Gloria. 

El año 1878, al celebrarse el centenario del General San Martín, se le quitó el nombre de Plaza de Marte que tenía y se le bautizó con el del Libertador de la América. 

La plaza General San Martín tiene preciosos jardines, formados de plantas ornamentales, una gruta construida durante la administración del ex-intendente Alvear, y la estatua ecuestre del guerrero cuyo nombre lleva. 

Buenos Aires, 15 de septiembre de 1887

Se puede consultar también Cuadernos de Buenos Aires nº 23, donde el mismo autor firma el trabajo Dos notas Porteñas  (La plaza y la manzana)”  en la que hace referencia a la historia de la plaza San Martín. Y como siempre, también se puede hacer una consulta rápida en Wikipedia, en  las notas de referencia alsitio y a los monumentos.

Fotos: ©sarmiento-cms