jueves, 13 de agosto de 2015

ÁRBOLES DE BUENOS AIRES: EL PALO BORRACHO



Palo borracho, toborochi, yuchán, algodonero, palo botella, árbol de la lana, palo barrigudo, samohú, samuhú, ñandubay y painero, son algunos de los nombres populares que recibe en América esta especie conocida científicamente como Chorisia o Ceiba Speciosa, originaria de las selvas tropical y subtropical de Sudamérica. Es una de las principales variedades de árboles de Buenos Aires.

 

Palo Borracho en floración junto a la escultura "Centauro Herido" de Antoine Bourdelle. Plaza Urquiza, Buenos Aires



Su principal característica es el tronco, angosto en los extremos inferior y superior, y de marcado engrosamiento en el centro que puede alcanzar hasta los 2 metros de diámetro. Le sirve para almacenar agua y resistir en meses de sequía. Las flores, semejantes a una campaña tubular, son blancuzcas cremosas en el centro y rosa o amarilla hacia la periferia de los 5 pétalos. En Buenos Aires se lo utiliza como árbol ornamental en parques y grandes avenidas. 


Galería de Palos Borrachos o Ñandubay en la plaza San Martín de Buenos Aires.

Su altura oscila entre los 6 y los 12 metros en Buenos Aires, pero en su hábitat natural al norte de Argentina, Paraguay, este de Bolivia y zona meridional de Brasil, puede alcanzar hasta los 25 metros.
Su tronco bombáceo está protegido por gruesos aguijones cónicos que aparecen al año de edad. En ejemplares jóvenes, la corteza es de color verde por su alto contenido en clorofila, lo que le permite realizar la fotosíntesis cuando le faltan las hojas en invierno. En la edad adulta se endurece y torna grisáceo. Las ramas aparecen de forma natural cumplidos los dos años de edad y tienden a ser horizontales y recubiertas también con aguijones.