La plaza de Mayo de Buenos Aires es el diapasón de todas las quejas y reclamos de los argentinos. También lo es de las alegrías y de todas las pasiones. Fue el recinto privilegiado durante la época de la Colonia, donde se cruzaban el Virrey, los mercaderes, los vecinos ilustrados y los nuevos hacendados. Hoy es un lugar amplio por donde circulan cada día millones de personas. Es un lugar frenético que a eso de las 8 de la tarde/noche empieza a entrar en calma, para terminar luego en una soledad profunda custodiada por los servicios de seguridad que controlan los bancos, la Catedral, la Casa Rosas y el edificio de la antigua sede del gobierno de la Ciudad.
Por aquí circulan millones de personas a diario. Porque a
los casi tres millones de habitantes que tiene la ciudad de Buenos Aires, hay que sumarle el triple de gente que se
incorpora de lunes a viernes, entre las 6 de la mañana y las 7 de la tarde. Es
correcto hablar de millones en esta plaza. Porque el sentido centralizado de la
administración nacional y la vida empresaria, hacen que en esta plaza confluyan
3 de las 6 líneas del transporte subterráneo, además de decenas de líneas de
colectivos que la atraviesan o concluyen su trayecto.
También es el punto neurálgico de la vida financiera, sede
de la casa central del Banco de la Nación Argentina y vértice sur de la “City
Porteña”, donde se cuecen todos los
arreglos económicos del país. Todo eso, sin contar que está la Catedral
principal y la Casa Rosada o Casa de Gobierno, sede del gobierno nacional.
Esta es una vista del fin del día, cuando el Cabildo de la
ciudad (o lo que queda de él, ahora museo) se ilumina por completo, al igual
que la Avenida de Mayo que confluye en el Congreso Nacional. Entre las sombras,
trabajadores anónimos regresan a sus casas, recién salidos de alguna de las
oficinas que rodean esta plaza. Entre las 7 de la tarde y las 9 de la noche, la
plaza vive el proceso inverso de la mañana. Millones de personas la abandonan
para regresar al día siguiente.
Galería de imágenes
en Flickr
Notas relacionadas: NUESTRO“MURO DE BERLÍN”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios