La Plaza de Mayo de Buenos Aires está en obras y se promete restauración total según el diseño histórico de Carlos Thays. Nadie ha mencionado nada del vallado permanente que tiene la plaza desde hace ya varios años y que el nuevo gobierno ha desarrollado hasta la exacerbación. Los porteños, por el momento, han naturalizado el enrejado y desarrollan su vida y circulación de un lado o del otro. Se asoman, espían hacia el otro lado, grupos de oficinistas toman sol separados apenas por la valla y muchos otros dejan leyendas, dibujos y graffitis. Es el particular “Muro de Berlín” que se ha creado en la ciudad. Luego de las obras, seguramente volverá. Porque lo que no cambiará es la política de seguridad. Esta nota ya fue publicada también en mí blog Sarmiento-cm
Los muros no se construyen de un día para el otro. Lleva su
tiempo y en todos los casos son planificados. Pero el que se levantó en la
Plaza de Mayo de Buenos Aires se fue levantando despacio, en pequeños tramos y
al ritmo de los temores del gobernante de turno. La crisis económica. Social y
política de diciembre de 2001 dejó la herencia de los enrejados perimetrales a
la Casa Rosada y al Congreso Nacional, de carácter permanente, con una altura
mayor a 3 metros y asentado en profundos pilotes de cemento sobre el suelo. Es
un enrejado con herrería artística y detalles ornamentales de interés. Acorde a
la envergadura de los edificios que custodia.
Pero los vallados posteriores que se incorporaron a la Plaza
de Mayo son producto de los temores de las autoridades de turno. Luego de las movilizaciones de los sectores
agroexportadores en el año 2008, en contra de la Resolución 125 del gobierno
nacional, los servicios de seguridad de la Casa Rosada creyeron conveniente
instalar un vallado permanente en la mitad de la plaza a la altura de la
Pirámide de Mayo. Justo en el mismo sitio que estaba emplazada la Recova, ese
mercado informal y principal de la ciudad en tiempos de la colonia y primeros
años de la independencia. La Recova
dividía la actual Plaza de Mayo (en ese entonces Plaza Mayor y luego Plaza de
la Victoria) pero lo hacía de manera festiva y plena de actividad comercial. La
Recova era el principal mercado de la ciudad.
La división creada en el 2008 no tuvo nada de festivo.
Establecía un muro de contención de manifestantes que así quedaban a muchos
metros de la Casa Rosada. Cuando no era momento de protestas, los vecinos de la
ciudad podían circular por ambos lados del vallado. Pero en caso de conflicto o
presunción de manifestantes, entonces
inmediatamente se cerraban las calles adyacentes y solo se circulaba por
la mitad de la plaza. Esa mitad que va
desde la Pirámide hasta el Cabildo.
Luego se le agregaron más metros de valla a esa división
central de la plaza. Esta vez sobre dos de los cuatro carriles de las calles
adyacentes. De manera tal que se
obstruía la circulación de
vehículos, se debía circular a menor velocidad y era más sencillo el control de
tránsito. Más tarde, se empezó a vallar la Catedral solo en algunos casos. Pero
desde marzo de 2016 se decidió clausurar el frente del templo y dejar su acceso
restringido a los laterales.
En los últimos dos años, la plaza ha sufrido numerosos
cierres de tipo preventivo. Los ciudadanos se han acostumbrado a ver carros
hidrantes y furgones de la policía, como
así también destacamentos de efectivos haciendo guardias detrás de las vallas.
Un viajero imprevisto, que llegara a la
plaza sin información previa, pensaría que se trata de una ciudad que
está en conflicto, que debe haber combates en algún lugar o hay una causa grave
por la que deben dividir parte de la
ciudad. Algunos días tendrá cerradas con vallas de metal el acceso a la plaza.
Otros días podrá ingresar por calles con pasos controlados por una guardia que
está detrás de la valla. Y otras veces podrá hacerlo normalmente.
Todo un clima caótico que sugerirá a cualquier desprevenido,
que la ciudad está sumida en el caos. Pero nada de eso ocurre, salvo que las
medidas extremas de seguridad se han ido incrementando con el actual gobierno
de Mauricio Macri hasta convertir la plaza en un paradigma de rejas, pasos
controlados y tránsito vigilado.
Las vallas – como es natural y ha ocurrido en toda la
historia – han sido utilizadas por los vecinos como muros para sus reclamos. La
protesta ha sido controlada con esta suerte de muro pero al mismo tiempo, sus
leyendas y dibujos han eternizado el reclamo. Y así como vinieron unos con sus
reclamos, luego vinieron otros con sus leyendas y luego se sumaron otros con
sus graffitis. Y entre todos fueron construyendo este muro de hierro y tejido
metálico, movible pero fijo, en una
suerte de “Muro de Berlín” particular de Buenos Aires. Periódicamente van
cambiando las leyendas, consignas, reclamos, dibujos y graffitis. Pero lo que
ya no cambia es el paisaje. Los porteños
se miran y fotografían de un lado o del otro de las vallas y deben recorrer un
par de cuadras para circular de un lado al otro.
En estos días la plaza está dada vuelta porque está en
reformas en su totalidad. Ya no hay vallas porque todo el espacio ha sido
circundado por los límites de la obra. La plaza recuperará su antiguo
esplendor, ya que se trata de repararla respetando los diseños que le diera al
arquitecto Carlos Thays a principios del siglo XX. Pero el muro volverá. Tendrá nuevos graffitis
y leyenda o reclamos. Pero volverá.
Porque lo que no va a cambiar es la idea de los servicios de
inteligencia y seguridad respecto de cómo vigilar y controlar el espacio
público. Hace tiempo que decidieron que enrejar y clausurar áreas públicas de
circulación y vivencias era el método más efectivo. Una medida que puede
ejemplificarse así: “cuando un cirujano
no tiene mucha idea sobre su oficio, entonces resuelve que lo mejor es cortar
el miembro del cuerpo afectado, antes que perder el tiempo buscando una
solución adecuada”. En este caso, todos
los ciudadanos son sospechosos y lo mejor es armar un laberinto de rejas
para la circulación, así los tienen a mano en cualquier emergencia. Y la gente
– por supuesto – usará la valla como su muro de los reclamos. Algo así como
nuestro particular Muro de Berlín.
Fotos: ©sarmiento-cms
Galería de imágenes
en Flickr NUESTRO MURO DE BERELIN
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