viernes, 19 de enero de 2018

LA ESTACIÓN FERROVIARIA DE RETIRO - Mitre

Se inauguró en 1915. En su época fue la mayor terminal ferroviaria de Sudamérica y por su tecnología estaba dentro de las más avanzadas del mundo. Su diseño y construcción se corresponde a los códigos vigentes en la Europa de fines del siglo XIX. Junto a la terminal de Constitución,  es uno de los símbolos del progreso del modelo agro-exportador que caracterizó a la Generación del 80. Es Monumento Histórico Nacional. Acaba de ser restaurada y ha recuperado parte de su esplendor. Está ubicada a metros de la plaza San Martín y frente a la Torre de los Ingleses. Es uno de los símbolos de la arquitectura de Buenos Aires.

La Estación Retiro-Mitre fue, al inaugurarse, la terminal ferroviaria más importante de Sudamérica, uno de  las mejor realizadas a nivel mundial, y por su despliegue arquitectónico y de  construcción es uno obra capital en  la ingeniería sudamericana. Se la conoce con ese nombre compuesto porque al nacionalizarse en 1949, esa línea ferroviaria recibió en nombre de Ferrocarril General Mitre. En su origen,  fines del siglo XIX y comienzos del XX,   se llamó Estación Central de la línea férrea Central Argentino, construida y administrada por capitales ingleses y cuyo ramal unía el puerto de Buenos Aires con las provincias de Córdoba, Santiago del Estero, centro y sur de Santa Fe y terminaba en Tucumán, haciendo un recorrido en diagonal desde el Río de la Plata hacia el noroeste de Argentina.
Está ubicada en el barrio de Retiro, en la Avenida Ramos Mejías entre el 1340 y el 1358, frente a la plaza Fuerza Aérea Argentina (antes de 1982, Plaza Britania) donde está emplazada la Torre del Reloj que la comunidad británica residente en el país, le regalo a Argentina en ocasión del Centenario de la Independencia, en 1910. Y en diagonal se encuentra la plaza San Martín, que en tiempos del Virreinato del Río de la Plata, se  lo conocía como corrales del Retiro, de ahí el nombre del barrio y la estación.
Este edificio reemplazó a la precaria construcción de sus orígenes, realizada en hierro, vidrio y madera, que se usó en forma ininterrumpida desde su inauguración en 1866 como F.C.C.A, por sus siglas Ferrocarril Central Argentino. Esta terminal ya había sufrido un incendio en 1897 y para 1905 se planteó la necesidad de dotar a la terminal de una estación acorde al progreso económico que dejaba el modelo agro-exportar de la Argentina de entonces,

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El nuevo edificio fue diseñado por un grupo de arquitectos ingleses radicados en Buenos Aires y ligados a  la comunidad británica y al ferrocarril. Ellos fueron Eustace L. Conder, Roger Conder y Sydney G. Follett y el ingeniero  Reginal Reynolds, quienes presentaron un proyecto en 1908 que posteriormente les fue aprobado. La construcción empezó en junio de 1909 y fue inaugurara el 2 de agosto de 1915.
El diseño es acorde a los patrones establecidos en Europa para las terminales ferroviarias de fines del siglo XIX. El edificio se divide en dos grandes sectores y una amplia zona de carga ubicada en los aledaños. En el primer sector se ubican el vestíbulo, las confiterías y restaurantes y las boleterías. Aquí se siguió un estilo arquitectónico propio del academicismo francés. En su interior – con más de 20.000 metros cuadrados de cielorraso – fueron revestidos en mayólica de la firma británica Royal Doulton. En la iluminación se incluyeron antorchas de estilo florentino en los laterales de las columnas principales. El otro sector cubierto corresponde a los andenes y movimiento de trenes. Es una estructura funcionalista de hierro y vidrio, propio de la construcción inglesa de la Segunda Revolución Industrial.

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Como indican las firmas grabadas el pie de cada columna, la estructura de hierro fue realizada en Liverpool por la firma Francis P. Morton & Co y trasladada luego a Buenos Aires para su ensamble.  Se construyeron ocho plataformas. Todas están conectadas por túneles transversales y cada una de ellas tiene un montacarga para el trasiego de equipajes, bultos y encomiendas. Ese conjunto está bajo la bóveda de dos grandes naves paralelas de 250 metros de largo y 50 metros de ancho cada una. Cada una de estas naces tiene una altura máxima de 25,15 metros y están sostenidas por un arco de hierro de cañón corrido que sostienen arcos colocaros cada diez metros. El conjunto de hierro tiene un peso aproximado de 8.000 toneladas. La tecnología de paragolpes de los andenes fue la más avanzada en su tiempo. Se afirmaba que podía detener una formación ferroviaria de 750 toneladas a una velocidad de 16 km/hora.
La parte destinada a los viajeros tiene detalles de gran diseño. Se aprecia en los detalles de hierro labrado y la señalética en bronces que tienen las boleterías y las principales áreas de servicios. Los detalles de madera labrada del frente de las boleterías, las puertas y resto de boiserie de las principales estancias de espera y de servicio, como así también las salamandras para  la calefacción de los recintos. En el vestíbulo de ingreso, frente a las boleterías, se destaca una amplia cúpula iluminada. En la confitería es notable la cúpula central con un vitral de grandes dimensiones, desde donde baja una lámpara de bronce con opalinas nacaradas. En el primer piso de esta confitería,  ubicada en el lado oeste del edificio, se encontraba un restaurante y terraza que daba a la plaza donde está emplazada la Torre de  los Ingleses. Desde ahí se podía observar todo el paisaje del río hacia un lado y hacia la plaza San Martín por el otro.
En 1997 el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional. En sus consideraciones, la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos destacó que se trata de "un claro símbolo de la idea de progreso que sustentaba la generación del '80" y la culminación del proyecto de tendido de los ferrocarriles, iniciado a mediados del siglo XIX, y cuya red, abierta entre las provincias y el puerto de Buenos Aires, permitió la distribución tanto de los inmigrantes cuanto de los productos agrícola-ganaderos".
Hoy la Estación Retiro-Mitre es una importe terminal de líneas suburbanas de la zona norte del conurbano de la ciudad de Buenos Aires. También es cabecera de las líneas férreas que van al centro y norte del país, pero el declive del transporte ferroviario de larga y media distancia, le han quitado el dinamismo de otros tiempos. Con todo, la circulación de personas es muy alta. Se menciona la cifra de 600.000 pasajeros por día, pero la cifra debe tenerse como tentativa ya que no especifica si se refiere a esta sola terminal o también incluye a las otras estaciones que también están ubicadas en Retiro. Me refiero a las terminales de la líneas Belgrano y San Martín. No obstante, es una cifra importante.
Fotografía ©sarmiento-cms 
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Elaborado con información de Arcón de Buenos Aires y Wikipedia. Para ampliar información tanto gráfica como textual,  haga clic en los enlaces.

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