Es el barrio
viejo de Buenos Aires. Va desde la barranca de Punta Catalina (extremo sureste
del Parque Lezama) hasta el Zanjón de Granados (actual calle chile). Tiene 1.3
km cuadrados (0,5 millas cuadradas) y una población de alrededor de 26.000
habitantes. Es el barrio más pequeño de la ciudad y el más densamente poblado
(20/km cuadrado). Junto al barrio de Monserrat que le sigue hasta la Plaza de
Mayo, es al área fundacional de la ciudad. Lo que se conoce como el Casco
Antiguo. Pero de nada le ha servido a ambos sitios para conservar el
patrimonio. La voracidad inmobiliaria y la capacidad depredadora de
restaurantes for export, lo tienen en la encrucijada de sostener su solera a
pesar de todo.
La imagen es de
la calle Estados Unidos, entre las trasversales Defensa y Bolívar. La toma está
realizada a 200 metros del más conocido rincón del barrio: la Plaza Dorrego.
Pero por mucho que insista la promoción turística, el rincón que mejor se ha conservado y
resistido los embates de la nueva
construcción, es esta calle en todo el trayecto que va desde el Bajo (antiguo
límite del río de la Plata, hoy transformado en Av. Paseo Colón) hasta la Av. 9 de Julio. Artería
más conocida por ser la “autopista” de las manifestaciones que confluyen en el
Obelisco, el Congreso Nacional o en la Plaza de Mayo.
El mérito del
patrimonio cultural y arquitectónico que aquí se conserva, no es una obra gubernamental,
sino una vocación de los vecinos y propietarios de estas viviendas. También
ahora aparecen nuevos propietarios con vocación por remodelar, sosteniendo el
pasado.
Conservar el
adoquinado y las viejas vías del tranvía
fue un triunfo de los vecinos. Opusieron fuerte resistencia para impedir que el
gobierno local lo reemplazara por un moderno asfalto, estilo autopista. Fue un
combate del final de la primera década de este siglo. Y de paso, también se
opusieron al reemplazo de las viejas farolas del siglo XIX por unas más
contemporáneas de diseño, que tenían mucho de “modernosas”, antes que “de
diseño”.
La calle Estados
Unidos es un lugar apacible, un poco al margen de la vorágine de turistas que
más bien revolotean por la Plaza Dorrego y las tiendas para “turistas” de la
calle Defensa o de los escaparates de los locales de antigüedades que todavía
le plantan batalla al avance de restaurantes. En la calle Estados Unidos, sobre
todo los días de semana, se puede caminar y sentir el pulso del viejo
barrio, tal como era en tiempos de vecindad
trabajadora, al margen de la agitación turística.
La calle Estados
Unidos tiene además un “sol propio”.
Justo al atardecer, cuando se acaba el
día, el sol elige el oeste de la esta
calle. En la última media hora de luz intensa, el sol desciende lentamente en
línea con la calle. Es la única donde se ve el globo amarillento rojizo
descender casi en línea recta. En contraste con los árboles, las sombras, los
claro oscuros y el contraluz se proyectan sobre el empedrado.
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Foto: ©sarmiento-cms
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